Amor posible (sí­, posible, no lo otro)


Él era un poeta
existencialista
que escribí­a ripios
en una revista.
Ella era una estatua
obra de Llimona,
que en medio del parque
quedaba tan mona.
Y cómo sufre el pobrecito
que tiene roto el corazón,
porque una amante de granito
es una gran complicación.
í‰l vuelve al parque por la noche
con gran sigilo y precaución,
y de una bolsa de aluminio
saca un jugoso chuletón.
Pone el bistec en tales partes
que no me atrevo a mencionar,
y se refrota con tal arte
que pasa lo que ha de pasar.
Allí­ le encontraron
en un mes de enero,
una mañanita
tirado en el suelo.
A su bienamada
estaba abrazado,
igual de desnudo
y petrificado.
Ya eran dos estatuas
y las dos yacentes,
en una postura
más bien indecente.
Nadie entendió de aquel poeta
que la quisiera de verdad.
Sólo que estaba majareta
y que era una barbaridad.
Qué sabrán amores
lo que es malo o bueno,
¡y no habrá mujeres
que merezcan menos…!
Y a quienes de esto
se escandalizaban
les diré que, encima,
a ella le gustaba.

Tomás Galindo ®

6 comments for “Amor posible (sí­, posible, no lo otro)

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