Categoría: Poemas

Fina anécdota de la vieja y la sandí­a.

La sandí­a es un manjar de utilidad singular, tres cosas buenas depara así­ que comerla debes, porque se come, se bebe, y hasta te lava la cara. – Imagina: Andalucí­a. Caní­cula. Mediodí­a. Un sol que es plomo fundí­o. Las moscas…

Mínima mujer

Tú, mínima mujer, por la rendija asomas el hocico de raposa al más mínimo olor de cualquier cosa que aproveche tu afán de sabandija. . Si se pierde un billete… ya has barrido. Si sucede un milagro… ¡fue tu rezo!…

Tres poemas clásicos (I)

Me lo dijeron ayé la lengua de doble filo que te peí­ste hase un me en la boda de tu primo. Otro se habrí­a extrañao, yo, me quedé tan tranquilo, porque es que yo te conosco dende que éramos shiquillo…

Tres poemas clásicos (II)

Y yo me la llevé al huerto creyendo que era mozuela, y resultó que tení­a un cipote entre las piernas. Fue un viernes de botellón y casi por compromiso Yo le habí­a echao el ojo al escote y al culito…

Tres poemas clásicos (III)

Del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo estaba la plancha. ¡Cuántas camisas que da pena verlas, y los pantalones que no tienen raya! ¡Cúantas sábanas hechas un gurruño habrás vuelto…