Categoría: Poemas

Nada sirve de nada

No sirve de nada que las grúas levanten rascacielos,
ninguna grúa hay que levante los ánimos.
No sirve de nada que votemos por la miss más hermosa,
por el can de mejor raza, por el político más cabal.
No sirve de nada llorar.
Ni reír, en realidad, porque riendo sabemos que hemos de parar de reír
y eso es lo que nos corta la diversión.
No, reír con drogas tampoco sirve de nada.
¿Nos sirve acaso tener pulmones para respirar esto que respiramos?
¿No sería mejor tener, como las plantas, sangre de clorofila
y filtrar por la piel la polución y oxigenarnos?
Ser pacientes y esperar que los adelantos de la ciencia
curen el cáncer del mundo tampoco parece servir de nada,
continuamente se descubren más enfermedades mundiales,
continentales, nacionales, personales, corporales
que remedios y vacunas.
La ciencia va detrás de la incons-ciencia.
Y el amor, ah, el amor, qué linda medicina,
siempre ha sido como dar crema de culito de bebé al sarcoma.
El amor sí es el opio del pueblo,
un pueblo de dos.
No sirve de nada asomarse kalashnikov en ristre a la azotea
y descargar una tormenta de balas al patio del colegio
o el centro comercial.
Realmente no sirve de nada,
toma nota, por si te lo estabas planteando.
Sabemos que de la podredumbre nace la planta,
lo diré mejor: hace brotar lilas de la tierra muerta,
pero de qué nos sirve eso si, meditando,
descubrimos que lo que se pudre somos nosotros:
de nada.
Separar los papeles de los plásticos,
los plásticos de la basura esa que huele,
la basura esa del vidrio y los metales,
no impide que seas una fábrica de desperdicios,
y mirar para otro lado cuando pasa el camión de la basura
no sirve de nada.
La contemplación umbilical no sirve de nada,
canturrear om, recitar las suras, cantar kyries,
bailar en redor del tótem: nada.
Prenderse fuego en la posición del loto tampoco.
Lanzar satélites fuera de la galaxia para hacer amigos
en mundos lejanos no sirve de nada,
aunque reconozco que eso aún está por ver.
¿Negar el cambio climático?
Ponte al pie de un glaciar y me lo cuentas.
¿Querer parar el cambio climático?
Ponte al pie de un glaciar y etc.
Salvar las ballenas, el lince, los pueblos primitivos del Amazonas,
al Amazonas, sofocar los incendios,
es como ese juego de aplastar cabecitas que salen de agujeros con un mazo,
le das a una y asoman otras cuatro.
¡La Hidra reinventada!
Regar la pobreza con la llovizna de la caridad o el subsidio no sirve de nada.
Puede que te digan que sí, pero no hagas mucho caso,
el dinero solo oye síes.
La guerra no sirve de nada. Ya está. Sin ilustraciones.
La paz solo parece un entreacto entre guerra y guerra.
¡Cuál es el mensaje entonces!
Que
Nada sirve de nada,
solo todo sirve de todo.

T. Galindo ©

Nos están mirando

Los hombres aprendemos poco y a destiempo,
en cambio las mujeres nacen sabias.
¿Nunca te has fijado en que hay niñas
que desde bien pequeñitas, apenas levantan del suelo,
ya saben más y mejor que tú
por qué aquel está triste y el otro alegre,
por qué no debes ponerte esa camisa sino aquella otra,
por qué esa mujer te hará daño
y esa otra te curará?
El niño grande y la mujer pequeña
conviven asombrados uno de otro.
Tienen los ojos grandes y te ven el fondo,
lo que piensas y lo que no quieres pensar.
Porque enfrente suyo no quieres pensar ciertas cosas.
Eres transparente.
Nacen así, amantes, madres,
personas con todos los sellos y diplomas,
mientras que a ti te cuesta crecer más que a los árboles
y los monos y los perros aprenden sus trucos
mientras tú aún estás intentando unir el papel con el lápiz.
Cuando tú las miras ya te han hecho el currículum,
estás medido, pesado, saben lo que vales
y lo mucho que tendrías que pagar por ellas además de tu alma.
Eso es lo que sopesan de ti: si podrás subir lo bastante
para ponerte a su altura.
Por eso hay tantas mujeres cabizbajas:
nos están mirando.

T. Galindo ©

Venida de la luz

La luz, esa veloz, nunca se instala, sólo relámpago imprime la memoria, y para siempre nos deja iluminados. La luz es la memoria de la luz, esa veloz, que solo abre la puerta y deja entrar los cambios. Es la…