Microbiografía

primero lo intenté con el fútbol
pero no sabía pegar patadas
luego estudié
estudié mucho y aprendí de memoria cosas como los reyes godos
pero nunca me sirvió de nada
de hecho es más fácil vivir de los reyes de la baraja que de los reyes godos
luego me hice aprendiz de varios oficios
carnicero
pero me echaron por llorar sobre los cadáveres de los corderos
pescatero
pero los ojos de los peces me miraban fijamente y no podía soportarlo
obrero
pero no soy tan fuerte como para ganarle a veinte kilos de cemento
veinte kilos pesa un saco

quise vivir de las mujeres
y por poco lo logro
despertaba su instito maternal
no gané dinero pero me tejieron abrigados jerséis
y comí muy bien una época
entonces me llamaron a filas
descubrí que si te llaman a filas desfilas
que parece lo contrario
allí me enseñaron a andar erguido
y a dejarme colgados los cojones en la puerta al entrar al cuartel
se aprenden cosas útiles en el ejército
esa es una de ellas
realmente útil
otra es a lustrar los zapatos
siempre los llevo más limpios que la conciencia
descubrí que era joven e inconformista y por consiguiente quise cambiar el mundo
me uní a otros jóvenes e inconformistas
allí hacíamos grandes planes
leíamos bebíamos pegábamos pancartas corríamos cantábamos nos ilusionábamos
hasta follábamos
luego resultó que esto último era lo mejor de todo
aunque todo lo recuerdo muy borrosamente
hice amigos y aún me avergüenzo de ello cuando me saludan desde su coche oficial
o vienen a darme la mano en su restaurante
como si haber llegado a gourmet fuera como haber llegado a Ítaca
tras aquella época de indecisiones me afeité la barba
y pedí una colocación
ya saben algo en un ministerio o en un ayuntamiento
pero no tenía bastante sangre para firmar el contrato
aquello me hizo polvo
yo me creí peor persona
intenté luego trabajar en una oficina
en mi desesperación me compré una corbata
el jefe me contrató al momento
por lo visto di con los colores de su club por casualidad
desgraciadamente le caí bien y no tuve más remedio que aceptar que me aceptaran
siempre me habían rechazado y no me atreví a ser yo quien rechazara algo
o me pareció que no tenía derecho a hacerlo
allí pasaron por mí muchos años
ya ya sé que normalmente se dice al revés
hagamos un silencio para significar los muchos años y lo nada que contar de ellos

¿ya?
no, más
muchos años
(es trágico emplear casi toda la vida en puntos suspensivos)

me manché los dedos de tinta
y muchas veces salía a la calle con manchurrones violáceos en la cara
al ponerme las gafas o la bufanda
esto me otorgaba un cierto status por encima de las manchas de hollín grasa o pintura
allí contraje la enfermedad de la silla
consistente en tener cuerpo de cuatro invertido
y quedarse sin aliento en las cuestas y en las mentiras
me casé
pero me sentí más solo
me descasé
pero me sentí más solo
me compré un perro
pero me sentí dueño y responsable
además los perros son interactivos
así que lo cambié por un televisor
no hay que sacarlo a mear sino que te invita a que lo hagas en los anuncios
ahorré miserias para remontar la nada
a lo Groucho
incluso llego a fin de mes muchos meses
¿y qué más podría deciros?
leí
leo
es más barato que la cocaína

T. Galindo ©

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