Aquello de las siete maravillas procede de la antigüedad clásica (cómo me gustan las palabras con güe…) y no era algo elegido democráticamente, no, sino algo que había nacido de forma espontánea, siete maravillas que eran siete verdades absolutas como los evangelios, el teorema de Pitágoras y el valor del euro. Creo recordar que correspondían a siete grandes, o bellas, o ambas cosas, construcciones, a saber: El templo de Diana en í‰feso, queda una ruina; las pirámides en Egipto, es la que mejor nos ha llegado; los jardines colgantes en Babilonia, que aún queda algún ladrillico y los irakíes se los venden a precio de oro a los marines yanquis; la estatua de Zeus en Olympia, del mismísimo Fidias, tallada en marfil y fundidos en oro, que se la ventilaron los cristianos fundamentalistas y sólo nos quedan descripciones y alguna imagen (mala) tomada en monedas antiguas, como esta de Alejandro; la torre iluminada de la isla de Pharos en Alejandría, también sólo descripciones y alguna imagen en monedas; la estatua del Coloso en Rodas, que ponía una pata en cada una de esas dos columnas y los barquichuelos entraban al puerto por debajo, también quedan descripciones y una moneda con la cara que tenía el personaje; y la tumba de Mausolo en Halicarnaso, de la que tampoco quedan sino piedros y algún grabado descriptivo.
¿Por qué se toma como maravilla únicamente a los portentos de la arquitectura combinada con ingeniería o escultura? Seguramente porque los antiguos no veían casas grandes ni obras del hombre que tuvieran grandes dimensiones, se hacían ellos mismos sus casillas y sufrían la de dios para que no se les cayera el tejado, y claro, esas magnas construcciones los dejaban con la boca abierta. A mí no me maravilla más una obra de arquitectura que un cuadro o una buena película, esa es la verdad, y no veo por qué las pirámides sí son una maravilla y Rigoletto no. Tampoco veo tan maravillosa la Alhambra, a mí me gusta bastante más la mezquita de Córdoba.
Así que me he decidido a publicar urbi et orbi mi particular concepto de la maravilla. Estas son mis siete maravillas:
1ª El camino llano
2ª El asiento a la fresca
3ª El café
4ª El huevo frito
5ª El libro
6ª El vaquero
7ª El chupete
¡Ay, qué agustito me he quedado!
11 comments for “Mis siete maravillas”