Señor San Autónomo, te pido en tu día salud para mi mujer y mi hermanico, y mis primos y tíos, que son todos tocayos tuyos y dependen de tu infinita bondad para aportar los garbanzos y el techo y los zapatos a sus familias. No les desampares, que no están los tiempos para remilgos. Luego hablamos tú y yo del cirio que te tengo que comprar, y hazme un poquico la vista gorda ¿eh?. Amén.
6 comments for “Doce de septiembre: San Autónomo”