Il dolce far niente

El dulce no hacer nada es mi pasión.
Yo podría pasarme todo el día
mirando cómo crece una sandía
sin perder un segundo de la acción.
Pero no actúo así por vocación,
me decidí por tal filosofía
cuando entendí que al fin era baldía
la tentativa de la perfección.
La gente viene y va como los locos,
todos con prisas, todos con sofocos,
sin servirles de nada ese trajín,
que los devora igual que comecocos.
Son figuras, mas de futbolín,
pero yo paso hasta de poner…

T. Galindo ©

La primavera, sí

Luce un millón de verdes la pradera,
y hace estallar en refulgente brillo,
estampido esmeralda y amarillo,
la primavera, sí, la primavera,
sorprendiendo incluso a quien la espera
como yo, que otra vez me maravillo
con la malva y el lirio y el tomillo
en su dócil contienda jardinera.
Qué batallón de hormigas, qué alboroto
de ranas y cigarras, y qué foto
las cigüeñas que me han sobrevolado.
Y en medio de este manso terremoto
yo me quedo mirando emocionado
cómo cagan las vacas en el prado.

T. Galindo ©

Sic transit

Hoy que el Amor se quitó la venda,
que la Inocencia nos enseña el tanga,
que a la Justicia en su juzgado enfanga
cualquier togado por cualquier prebenda.
Si la Concordia ya es una leyenda,
la Urbanidad es pura bullaranga,
y comprar el Derecho es una ganga
que se inclina a favor de quien dependa.
Hoy la Familia no se relaciona,
la Intimidad a voces se pregona
Y la Elegancia se volvió grosera.
La Cultura perece en la intentona
de poder alumbrar tanta ceguera,
y la Razón ni está ni se la espera.

T.Galindo ©