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Lloro con los telediarios

 

Esto es la guerra, qué te creías,
no, ya no vienen las hordas de Atila
ni la falange de Filipo,
es todo mucho más sutil.
Pero ya los peces grandes comieron a los chicos
y ahora van por los medianos.
Esto es la guerra
¡sabemos quién nos ataca
pero no sabemos de quién defendernos!
¡Los países desdibujados!
¿frontera? ¿qué frontera?
los ejércitos hacen fiesta los fines de semana,
las víctimas hacen cola en la masacre,
se hacen fotos muriendo y las envían
y la bandera es logotipo.
No conocemos al que está a nuestro lado.
¿Cómo te defiendes si no sabes
el nombre de quien lucha contigo?
Cómo le vas a besar la frente
y tender la mano ensangrentada.
Y les ves caer, anónimos y grises
en la picadora que todo lo aprovecha.
Esto es la guerra,
y vamos perdiendo los de siempre.
O quizá la historia es la historia de una guerra,
o quizá la vida es una guerra
y nos creíamos otra cosa
con alguna siesta
y poco más.
Y tú que te creías
el rey de todo el mundo,
te pones a escuchar y oyes bajito,
allá a lo lejos suave
la risa de los lobos
que lejana parece
y en verdad en verdad os digo
que el aliento del lobo está en tu cuello
y no quieres creer su olor fatal.
El miedo espanta al rebaño
en cambio al hombre lo mueve hacia adelante,
hacia su perdición y horror
¿Quién nos entiende?
.
¡Desperdicios del mundo entero, unios,
la cloaca máxima os espera!
Excretan gente los países
por sus culos fronteros,
de sus vientres hundidos,
de sus músculos laxos,
de sus cráneos huecos
¡hay gente de sobra!
se han dado cuenta los que cuentan,
Es malo para el negocio.
No compran nuestros productos,
esta gente,
no usa nuestros coches, no come nuestros yogures,
no viste nuestra moda, no ve nuestras series
seguramente no folla con nuestros condones.
Sobra gente,
gente B,
gente low cost
hay que hacer algo.
desde la discreción,
no queremos iluminar los sótanos.
¿Qué dicen los mercados?
¡Oh, dios todopoderoso del Mercado,
hijo de la indiferencia y el dinero,
hermano de la codicia,
tú que engendraste a la Miseria y los coroneles,
el hollín y la basura,
tú que amparas al buitre y a la hiena,
líbranos de la clase turista y haznos business,
o al menos danos una línea alcista de la que colgarnos!
¡Oh, tú que has conseguido que no haya fronteras para las cosas
pero sí para las personas!
¡Virgo potente que filtras las muchedumbres
y separas al bueno del malo,
al aprovechable del residual!
¡Tú que estás sentado a la derecha de todo,
danos el pan de molde rico en fibra,
el canal cocina y los deportes!
Tú que reinas en las mejores franjas horarias,
enlátanos las carcajadas,
Tú que todo lo puedes
danos la Coca~Cola,
Amén.
…Lloro con los telediarios.

T. Galindo ©

Viene el amor (sal corriendo)

Viene el amor
saldré corriendo
se ha fijado en mí
igual que un toro
viene el amor
y tengo miedo
tengo más miedo
que de estarme solo
viene el amor
que te golpea
te lanza te erosiona
yo ya conozco
las uñas de la fiera
el golpe de estupor
y la herida sangrienta
saldré
saldré como un cobarde
como huyen del lobo
las ovejas
viene el amor
escóndete en un hoyo
mejor que no te vea
que va ciego
y no sabe lo que se hace
que le toca a cualquiera
la lotería amarga
que te llena
de desazón el vientre
y de esperas
y de dudas y ansias
y tormentos de mil colores
como mil dolores
de muelas
de esa muela que en la noche
hiere lenta
de insomnios
y de rayos oculares
en íntima tormenta
así es amor
yo lo conozco
es una espada interna
es un horno encendido
en las vísceras
es toro que cornea
de dentro para afuera
y cuando más le huyo
antes
me encuentra.

Tomás Galindo ©

un rastro de humo

un rastro de humo una huella en el viento
un sonido en la cal de las paredes
un color que no es de cielo ni de tierra
unas hojas sin viento que se agitan
un mal presagio
rezos y murmuraciones
son ví­speras de ví­speras son ojos cerrados
son timbales de sangre que retumba
sorda interior tensa la piel
una onda que transmite su hormigueo
de la yema de un dedo a la yema de un dedo
y las sienes tiemblan y los ojos laten
los ojos cerrados y febriles
los ojos ardientes poblados de visiones
son ví­speras de ví­speras ya se siente
el sabor del metal en la lengua
ya lo auspicia el vuelo de los pájaros perdidos
los corderos que balan sin cesar los corderos
que nunca van a ningún sitio si no es a morir
que nunca caminan sino hacia su muerte
un rastro de humo como un borrón perenne
que cambia y que gira que crece y que crece
un sonido a rajado y violento de pardas paredes
con grietas que dibujan continentes
continentes desconchados que caen al polvo
un color que no es de cielo ni de tierra
en el cielo y en la tierra único y monótono
que enceniza las frentes
ya se fragua el desierto cristalino en espejo de sal
tiene más témpanos el alma que el océano
un mal presagio
son ví­speras de ví­speras
los delfines preguntan por ti
¿qué vas a hacer?
Tomás Galindo©