Autor: ElEscribidor

Nos están mirando

Los hombres aprendemos poco y a destiempo,
en cambio las mujeres nacen sabias.
¿Nunca te has fijado en que hay niñas
que desde bien pequeñitas, apenas levantan del suelo,
ya saben más y mejor que tú
por qué aquel está triste y el otro alegre,
por qué no debes ponerte esa camisa sino aquella otra,
por qué esa mujer te hará daño
y esa otra te curará?
El niño grande y la mujer pequeña
conviven asombrados uno de otro.
Tienen los ojos grandes y te ven el fondo,
lo que piensas y lo que no quieres pensar.
Porque enfrente suyo no quieres pensar ciertas cosas.
Eres transparente.
Nacen así, amantes, madres,
personas con todos los sellos y diplomas,
mientras que a ti te cuesta crecer más que a los árboles
y los monos y los perros aprenden sus trucos
mientras tú aún estás intentando unir el papel con el lápiz.
Cuando tú las miras ya te han hecho el currículum,
estás medido, pesado, saben lo que vales
y lo mucho que tendrías que pagar por ellas además de tu alma.
Eso es lo que sopesan de ti: si podrás subir lo bastante
para ponerte a su altura.
Por eso hay tantas mujeres cabizbajas:
nos están mirando.

T. Galindo ©

Venida de la luz

La luz, esa veloz, nunca se instala, sólo relámpago imprime la memoria, y para siempre nos deja iluminados. La luz es la memoria de la luz, esa veloz, que solo abre la puerta y deja entrar los cambios. Es la…

La Ratita Presumida y el cirio que montó.

Versión teatral:

Versión radiofónica:

Narrador: (Lleva un fajo de folios escritos, donde lee, y tiene pinta de empollón)
Érase una vez en un lejano paí­s de ensueño, una linda ratita que era muy hacendosa.
(se abre el telón y aparece la Ratita de espaldas, como barriendo. La Ratita es una chica moderna y vestida muy a la moda: minifalda chillona y un jersey o top de colorines. Lleva unas orejas de cartón a lo ratón Mickey, y del culo le cuelga un rabito con un lazo grande) Estaba un dí­a barriendo la escalerita de su casita la ratita, cuando se encontró una monedita de un centimito.

Ratita: (se vuelve y descubre una aspiradora)
Tralaralarita, aspiro mi casita (aspira) tralaralarita…

Narrador:
Barrrrrrrrrro mi casiiiiitaaaaa. Barrrooo

Ratita:
Aspiiirrrrrooooo, aspirrrrrooooo… a ver si te modernizas, Narrador.

Narrador:
Pues aquí­ pone barro.

Ratita:
Sí­, seguro que pone barro, y seguro que también pone escaleriiiiita, casiiiita, monediiiiita, y centimiiiiito, seguro. Pero yo aspiro ¿entiendes? Y lo que me encontré no fue un centimito, fue un billete de cien euros ¿pero tú dónde vas con un centimito, tí­o tacaño? Con eso no te compras na, chico, anda moderní­zate.

Narrador:
Pues aquí­ pone centimito.

Ratita:
Vale, pero este cuento es de cuando antes de las pesetas ¿sabes? de cuando habí­a maravedí­es y doblones, listo, ahora al cambio serí­an cien euros.

Narrador:
No sé yo

Vaya mierda de akelarre

Juguete cómico en un acto.

Puedes escuchar la versión radiofónica:

Dramatis personæ:

Mefistofelina: (Marí­a de las Amnesias Repérez Ladrón de Veras y Gorrónez del Mercadillo) Polí­tica. Va vestida con traje sastre, elegante, moderna y desenvuelta. Sonrí­e falsamente todo el rato, abre mucho los ojos y habla con deje pijo. De vez en cuando hace un mohí­n con la cabeza para apartarse el pelo en un gesto de fingida naturalidad. Está siempre posando y poniéndose delante de todas, y apartando a Pirulí­


Luzbélica: (Maruja Tallarí­n) Maruja. Va vestida de maruja, cochambrosamente, puede ir de chándal y tacones, o con bata de boatiné, rulos y redecilla. Lleva bolsas de plástico por las que se pueden ver unas patas de pollo, pan, detergente, etc… Lleva maquillado un ojo sí­ y otro no. Habla muy andaluzada, chafando las haches, comiéndose las eses finales, grita y exagera mucho.

Satanina: (Cristóbala Pelló) Conductora. Viste minifalda muy muy corta, blusa escotada, zapato plano, gafas de sol de esas de espejo, con coleta y una visera.

Piruja: (Jorja Barón) Machista-Marisabidilla. Viste pantalón muy ancho tipo militar, zapato plano, cinturón y camiseta de tirantes, lleva el pelo muy corto y peinado a raya.

Samantha: (Angélica Bobón) Mosquita muerta. Viste falda, un vestido estampado horrososo y rebeca torcida, con collar de perlas. Se le queda la boca abierta y pone cara de tonta, a veces bizquea, continuamente dice ¿eh? como si no se enterase de nada. Tropieza al andar. Cuando llora saca una caja de clinex, se limpia los mocos, se seca y los va tirando al suelo, de forma que al acabar la obra está todo lleno de clí­nex arrugados.

Pelos: (Pilarí­n Colí­n) Colegiala. Lleva uniforme de colegiala, cinta en el pelo y unos libros y cuadernos. Pone morritos, bailotea y da saltitos continuamente.

Pirulí­: (Tania Revuelo) Famosilla. Viste de putón verbenero, de lo más escandaloso y tiene que colocarse la minifalda que se le sube de vez en cuando. Lleva pelucón rubio platino o es rubia teñida escandalosamente. Se pasa el rato poniéndose de forma que la vean del lado izquierdo, que le han dicho que es el bueno, cuando no se da cuenta y está del otro, dice coñojolí­n y se vuelve. Además se aparta el pelo antes de hablar. Está siempre posando y poniéndose delante de todas, y apartando a Mefistofelina.

Pérfida: (Genuflexión Condiós Todolosantos) Dama pura y asociativa. Viste falda larga hasta los tobillos y camisa oscura abotonada hasta el cuello, con gran crucifijo colgando. Lleva un rosario y un misal en la mano. Lleva el pelo recogido en un moño con visibles horquillas.